La Lectura Furiosa 2014

A modo de cierre de La Furia del Libro 2014, el domingo 14 a partir de las 19:00 hrs se realizará La Lectura Furiosa, una legendaria maratón de lectura de poesía y narrativa en la que cada autor dispone de 3 minutos para leer sus textos en Plaza Oriente, GAM. Para participar en esta lectura, es necesario inscribirse al correo actividades@lafuriadellibro.com con el asunto “Lectura Furiosa”.

Participantes:

  1. Silvia Osorio
  2. Gastón Carrasco
  3. Erika Chalán
  4. Daniel López
  5. Luis Felipe Muñoz
  6. Marcelo Socias
  7. Tomás Brantmayer
  8. Héctor Hernández Montecinos
  9. Miguel del Campo
  10. Felipe Valdivia
  11. Sebastián Briceño Villalobos
  12. Álvaro Villalobos
  13. Danilo Pedamonte
  14. Jorge García
  15. Nicolás Díaz Sánchez
  16. Esteban Vargas
  17. Sebastián Anabalón Irribarra
  18. Javier Ossandón
  19. Rosalía Valenzuela Cisternas
  20. Julio Rodajo
  21. Nicolás Sandoval
  22. Fernando Reyes
  23. Felipe Palma Collio
  24. Mireya Torres
  25. Cecilia González
  26. Camila Mondaca Luman
  27. María Román
  28. Jorge González Labra
  29. Jacinto Ternicier
  30. David Quinteros
  31. Rodrigo Mora
  32. Nicolás Cardona
  33. Roxana Palma
  34. Taty Torres Díaz
  35. José Lagos Correa
  36. Italo Quintanilla Cepeda
  37. Camila Praderas Duarte
  38. Iván Aguilera Rojas
  39. Juan Pablo Núñez

One comment

  1. LA PIZPIRETA *

    Dedicada a Nicanor Parra
    (con una ramito de violetas)

    Astuta Pizpireta, enferma de coqueta
    Me rogó que la rescatara del malvado proxeneta
    Al encarar al picante, éste sacó la espoleta
    Y me pegó un par de cachos que me dejaron para la corneta.

    Ahora que recién me estoy parando, cual inestable maqueta
    Me controla como si fuera una simple marioneta
    Atrapado en dimes y diretes, un asunto de opereta,
    No consigo librarme de esta invasiva rosa de mosqueta.

    No se le puede decir ni una cosa, gesticula que no me meta
    Mientras habla por celular a los más distantes puntos del planeta
    Da órdenes todo el día con su golpetear de metralleta
    Exigiéndome que le prepare una exquisita Lengua a la vinagreta.

    Ya no sé cómo calmarla cuando está con la pataleta
    A la maleta me lanza de todo, desde tijeras hasta la horqueta
    ‘¿Pa’ donde vai?’ dice celosa, si por las mañanas utilizo la peineta
    Y ya se asoma el precipicio al que me lleva, el borde mismo de la meseta.

    Por todo me reta y me pega un combo en la jeta
    Que no se cumplen las metas y que le pase la tarjeta
    Sé que estoy comulgando con ruedas de carreta
    Porque hay que ser muy pelotudo para tragarse tanta cuchufleta.

    Está claro que desde un principio me vio la cara de hueveta
    Muchísimo antes de que la hiciera reír cayéndome de la pandereta
    Ya no soporto sus espantosas e impresentables volteretas
    Y tener que hacer la vista gorda de sus amoríos con el musculoso peoneta.

    ¡Déjame en paz, Enriqueta!
    No es que me importe que seas regordeta
    El problema no es la silueta
    Pero ya está bueno de tanto circo y pirueta
    Para no hablar nada de la escandalosa tijereta
    Con tu entrenador personal en la colchoneta.

    Maltrecho quedé desde que me atropellaste con la furgoneta
    La vez que leía libros pirateados sentado al borde de la cuneta
    Y ni vi cómo me estampaste en la cabeza el canto de la raqueta
    La vez que te eché en cara los flirteos con el salvavidas de la caleta.

    Igual, todo está perdonado, oleado y sacramentado, hasta la última chuleta
    Los constantes gritos y zamarreos, cual desvencijada citroneta
    Sin embargo, todavía me queda algo de orgullo, por algo soy un Urmeneta
    Necesito un cambio de giro, imprimir nuevas boletas y bajarme de la bicicleta.

    Llegó la hora de que caigan las caretas
    Que se me encienda de una vez por todas la ampolleta
    Y no es que me haya dado vuelta la chaqueta
    Pero la situación amerita que me comporte como chucheta.

    De hecho ya me puse las jinetas
    Y lo tengo palabreado con la Antonieta
    Me iría con lo puesto -sin dólares ni pesetas-
    Y si no llegara a partir mi destartalada motoneta
    Nos escapamos aunque sea en una improvisada patineta.

    • Lejos de la Espiroqueta – Segunda Pata-leta de la Pizpireta

    Dedicado a mi abuelo Luis Álvarez Urquieta

    Y nos fuimos con la Antonieta, arriba de la Lambretta
    Tan enamorados estábamos, que parecíamos Romeo y Julieta
    Si hasta logramos que se abuenaran los Urmeneta con los Izurieta
    después de años de darse mutuamente en las costillas con la bayoneta.

    Una maravilla como esa mujer piensa y concreta
    Toda espontaneidad, sin necesidad de etiqueta
    Pura ternura y comprensión -un ser de otro planeta-
    Definitivamente entrábamos en una nueva faceta.

    Románticamente tomados de la mano, bajo una florida glorieta
    Compartiendo unas copa de helados y galletas
    O comiendo del mismo plato un sencillo puré con croquetas
    Felices hojeando, por horas, antiguas revistas e historietas
    O en cama viendo clásicos del cine como el entrañable ‘Ladrón de bicicletas’.

    Me he encariñado con su dulce y divertida chancleta
    Y pensamos formalizar pronto la relación, partiendo por la libreta
    Esperanzados de que lleguen niños, cada uno con su marraqueta
    Aunque vengan quintillizos, si natura nos hace una jugarreta.

    Pero el pasado oscuro apunta con su terrible falangeta
    Y aunque no tenga que lidiar ya con la cólera de la espiroqueta
    -por cuya causa me fui varias veces por la canaleta-
    Las fragilidades de uno y otro inundaron la pileta
    Reflejándose en la propensión a las anfetas y a la chupeta.

    El día menos pensado se nos terminó hundiendo la goleta
    y en el naufragio perdí para siempre a mi tan amada Antonieta
    Yo mismo casi me fui pa’l fondo si mis amigos no me lanzan una gualeta
    Y tan desesperado estaba, que estuve a punto de agarrar una escopeta.

    Comenzó a fallarme la salud y estaba perdiendo la chaveta
    Terminé encerrado en mí mismo, convertido en un anacoreta
    Había perdido el rumbo, no sabía hacia adónde apuntaba la veleta
    Y lo único que quería era irme luego al cementerio, aunque fuera con muletas.

    En mi desesperación había olvidado a la tierna chicoca en la banqueta
    No podía dejarla abandonada a su suerte, como en un juego de ruleta
    Fue entonces que llegaron a mis manos unos libros de Luisa Piccarreta
    La santa a la que el Señor le mostró las profundidades de su Corazón-Paleta
    Esa sublime y adorable intimidad, totalmente abierta y que el alma aprieta.

    Su Divina Voluntad me tiró pa’arriba, agarrándome de una aleta
    Y ya se acerca como cometa el clarear de la trompeta
    En que cantaremos a coro, con santos, ángeles y mi Antonieta
    Para gloria del Dios, infinitamente bueno, por la Eternidad completa…

    Para no abusar más de la veta, concluimos aquí mismo la viñeta.

    • Coleta** – La venganza de Pizpireta

    La Pizpireta analfabeta al sentirse abandonada por Urmeneta
    No se le ocurrió nada peor que preparar una sangrienta vendetta
    Para ello averiguó la dirección con el escuálido estafeta,
    Sobornándolo con hartas cervezas y unas cuantas pizzetas.

    Con cuidado preparó la trampa donde instaló la lanceta
    Después de haber seducido al guardia al interior de la caseta
    Cuando venía cruzando la calle un desaprensivo Urmeneta
    Se le abalanzó con todo esta monstruosa gordinfleta.

    No hubo consenso al establecer los hechos en la papeleta
    Si los ángeles intervinieron o se le enredó la calceta
    Pero lo cierto fue que en su iracundia no reparó en la cubeta
    Desplegando en el aire una espectacular y aparatosa tripleta.

    Son penosos los detalles del fin de Pizpireta
    Piadosamente Urmeneta la cubrió con una carpeta
    Tras la paletada, la reacción fue más bien escueta
    Lo que sí es seguro: pérdida total de la camioneta.

    _________________
    *: Rafael Rosende Álvarez
    (quien hace las veces de consueta)
    **: 4 x 4 es la Cuarteta

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